19/9/2000 - 22/10/2000
Culturas de archivo
Gran parte de la reflexión estética del siglo XX ha estado dedicada a las condiciones de recepción de los productos y las actuaciones del ser humano. La relación fundamental entre el archivo y el museo es su calidad de receptáculo de objetos de interés, con independencia de su soporte.
Pero también es esa la gran diferencia: en potencia, el archivo lo contiene todo sobre la parte de realidad que representa, en tanto que el museo hace pública una selección de la realidad y la acoge en sus salas. Si la creación de portales, pretextos y ordenaciones del acceso al objeto del interés humano es la forma que tiene la cultura occidental de comprender, organizar y poseer su realidad -o la ajena-, el siguiente paso será su utilización como soporte en sus narraciones, tanto documentales como de ficción. Esto elimina la frontera aparente entre la creación del documento, su exposición en cualquier medio y sobre todo, entre la realidad, el relato y la ficción.
Culturas de archivo plantea una reflexión en torno a la problemática del archivo y su repercusión en las formas de acceder a la información y al conocimiento. Es un recorrido por varios momentos de la cultura y el arte contemporáneos centrado en los modos y los procesos de narración de la realidad que el archivo genera. La muestra abarca diferentes aspectos de esta dialéctica entre la producción y la exposición del documento desde su hallazgo hasta su publicación. Refleja parte del debate sobre su condición represora, a la vez que muestra la intervención directa de narradores y artistas con intenciones narrativas no marcadas por el positivismo subyacente a todo archivo.(...)
El archivo de represión totalitaria; el repertorio fotográfico para la catalogación totalizadora de la realidad de una época; las fichas para nombrar, identificar, medir y archivar individuos, utilizadas en muchas disciplinas, desde la criminología hasta la geología, la arqueología, la etnología y la zoología; la compulsión privada de archivar en imágenes; el registro de lo nuevo en cada viaje; la obsesión por la imagen familiar y, en general, la reserva de la memoria; todos estos elementos se ponen en común, en tanto que reflejan la tendencia que impulsa a mantener la realidad archivada, subtitulada, datada y organizada.
(...)
Más sobre el proyecto en la reseña de prensa de la Fundació Tàpies.
Sobre su portal ya habíamos publicado un post aquí.
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